Las varices son dilataciones anómalas de las venas, en función de su tamaño, origen y sintomatología recibirán un tipo de tratamiento u otro. Éstas forman parte de la insuficiencia venosa crónica primaria y su origen es mayoritariamente congénito o hereditario. Múltiples factores pueden contribuir al aumento de las mismas y el éxito en su tratamiento dependerá de una correcta valoración y un estudio exhaustivo para ver su origen y decidir cuál es la mejor opción terapéutica.
Antes de recibir cualquier tratamiento es fundamental la valoración por el especialista, en este caso por un cirujano vascular. La realización de una ecografía (eco-doppler color) es básica e imprescindible, sin ella pueden pasar desapercibidos problemas en territorios no visibles a la exploración física que pueden condicionar el éxito o fracaso de los tratamientos aplicados. El eco-doppler o ecografía es una exploración NO invasiva que se suele realizar el mismo día de la visita el cirujano vascular, quién valorará los puntos de fuga concretos por los cuáles se producen las varices. Los puntos de fuga son conexiones entre el sistema venoso profundo y superficial donde las válvulas que regulan el flujo de sangre no funcionan correctamente. Esto produce un reflujo (flujo sanguíneo anómalo, la sangre no vuelve al corazón y se acumula en las piernas) que es el causante de la hipertensión venosa que produce a su vez la aparición de varices y síntomas asociados (cansancio, pesadez, hinchazón…)
Es habitual encontrar pacientes que no han sido valorados por el especialista, y a los que no se les ha realizado el eco-doppler, que acuden a la consulta con malos resultados y a veces complicaciones tras haber recibido tratamientos supuestamente “estéticos”. Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento debemos realizar una ecografía para valorar el sistema venoso profundo (existencia de trombos antiguos o insuficiencia valvular) y el sistema venosa superficial (causante de las varices grandes). Esto es muy importante ya que si nos centramos en la parte estética sin una correcta valoración, asumiendo que todo está bien, podemos pasar por alto un problema más importante que no sólo hará fracasar los tratamientos aplicados sino que además nos empeorará el problema de base y agravará los síntomas.
El tratamiento de las varices es como la construcción de una casa, debemos empezar por los cimientos para acabar en el tejado. El estudio ecográfico nos permite ver cuál es la base de nuestra circulación, la parte más interna, si esta está bien podemos dedicarnos a tratar las pequeñas varículas o arañas vasculares que apreciamos a la vista (estética), pero si tenemos un problema interno que no tratamos o pasa desapercibido, cualquier tratamiento sobre las arañas vasculares que vemos irá destinado al fracaso. Es lo mismo que construir una casa sobre malos cimientos, ésta acabará cayéndose. Por este motivo es fundamental la valoración por un cirujano vascular, la realización de una ecografía y tras ésta buscar la mejor opción de tratamiento.
No todas las varices se tratan igual y no todos los pacientes deben recibir el mismo tipo de tratamiento. Se debe realizar un estudio individualizado para cada persona y buscar la mejor opción terapéutica para cada paciente, únicamente el cirujano vascular tiene todas las herramientas disponibles para diagnosticar y tratar todo tipo de varices al igual que sus complicaciones.
”Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento debemos realizar una ecografía para valorar el sistema venoso profundo.
Es habitual encontrar pacientes que no han sido valorados por el especialista, y a los que no se les ha realizado el eco-doppler, que acuden a la consulta con malos resultados y a veces complicaciones tras haber recibido tratamientos supuestamente “estéticos”. Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento debemos realizar una ecografía para valorar el sistema venoso profundo (existencia de trombos antiguos o insuficiencia valvular) y el sistema venosa superficial (causante de las varices grandes). Esto es muy importante ya que si nos centramos en la parte estética sin una correcta valoración, asumiendo que todo está bien, podemos pasar por alto un problema más importante que no sólo hará fracasar los tratamientos aplicados sino que además nos empeorará el problema de base y agravará los síntomas.
El tratamiento de las varices es como la construcción de una casa, debemos empezar por los cimientos para acabar en el tejado. El estudio ecográfico nos permite ver cuál es la base de nuestra circulación, la parte más interna, si esta está bien podemos dedicarnos a tratar las pequeñas varículas o arañas vasculares que apreciamos a la vista (estética), pero si tenemos un problema interno que no tratamos o pasa desapercibido, cualquier tratamiento sobre las arañas vasculares que vemos irá destinado al fracaso. Es lo mismo que construir una casa sobre malos cimientos, ésta acabará cayéndose. Por este motivo es fundamental la valoración por un cirujano vascular, la realización de una ecografía y tras ésta buscar la mejor opción de tratamiento.
No todas las varices se tratan igual y no todos los pacientes deben recibir el mismo tipo de tratamiento. Se debe realizar un estudio individualizado para cada persona y buscar la mejor opción terapéutica para cada paciente, únicamente el cirujano vascular tiene todas las herramientas disponibles para diagnosticar y tratar todo tipo de varices al igual que sus complicaciones.