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El Lipedema es una patología que afecta al tejido adiposo y suele darse, en su gran mayoría, en mujeres. Algunos estudios indican que puede llegar a afectar al 16% de la población femenina mundial. En cuanto a las zonas del cuerpo que se ven afectadas, el 70% de los casos están relacionados con inflamación de las caderas y muslos. En esta entrada de blog le contamos los grados de esta patología, sus síntomas y tratamiento del Lipedema.

¿Qué es el Lipedema?

El Lipedema es la inflamación de las células grasas de caderas y muslos, dichas zonas crecen de forma desproporcionada en comparación con el resto del cuerpo. A pesar de que es menos frecuente, este crecimiento también puede afectar a la zona entre los tobillos y las rodillas.

Según la gravedad del Lipedema, este se puede clasificar en 3 grados:

Grado 1: Se caracteriza por una superficie regular de la piel que, aunque blanda, se pueden palpar nódulos de grasa de pequeño tamaño.

Grado 2: En este nivel, el Lipedema causa una superficie irregular en la piel por el aumento de la estructura nodular.

Grado 3: En la zona de las caderas y tobillos, la superficie de la piel se vuelve adiposa y es evidente la aparición de nódulos de diferentes tamaños.

Síntomas del Lipedema

El principal problema con los síntomas del Lipedema es que pasan desapercibidos en los primeros grados, no es hasta que estos síntomas son claros que se detecta de forma evidente, si no se acude a un especialista.

Los síntomas más comunes del Lipedema son el aumento localizado de volumen en la zona afectada, sensación de hinchazón y pesadez con dolores continuos en la zona afecta, tejido celular subcutáneo duro, dolor al pellizcar la zona, aparición de la copa de Cuff cuando afecta al tobillo, aparición de arañas vasculares, aumento de la sensibilidad al contacto o presión sobre la pierna, cambios tróficos en la piel, disminución de la elasticidad de la piel, etc. 

Los síntomas también pueden empeorar con la práctica de ejercicio físico, el calor o la menstruación.

Cómo tratar el Lipedema

La principal causa del Lipedema es un aumento considerable del peso corporal aunque también puede verse provocada por trastornos hormonales. A pesar de esto, puede aparecer en determinados momentos de la vida, como en la pubertad, embarazo o en la menopausia.

Como se ha mencionado anteriormente, para diagnosticar el Lipedema, se debe acudir a un especialista para que proceda a una exploración clínica, ayudado de una ecografía si fuera necesario. Los primeros grados de la patología son apenas visibles si no se es experto para detectar lo que en un principio puede ser imperceptible.

Para su tratamiento podemos aplicar diferentes medidas. La primera sería un manejo conservador, útil en las fases iniciales de la enfermedad. Este consistiría en la corrección de los hábitos alimentarios, dietas antinflamatorias, ejercicio físico 3 días por semana (deportes acuáticos como la natación, aqua-gym, aqua-aeróbic) y medias compresivas que ayuden a mitigar los síntomas. Los masajes de drenaje linfático realizados por un fisioterapeuta también ayudan a mitigar la sintomatología.

En casos más avanzados, se podría plantear medidas más agresivas como la liposucción de las células adiposas mediante la técnica WAL (water-Jet Assisted Liposuction) que ayuda a eliminar la grasa patológica y mejorar los síntomas.

Especilistas que tratan el Lipedema

El Lipedema debe ser tratado por especialistas para que pueda ser debidamente detectado y tratado a tiempo. Esta patología puede pasar desapercibida hasta que ya se encuentra muy avanzada, por ello acudir a un especialista ante la menor prueba de que algo no funciona con normalidad, es imprescindible para obtener resultados rápidos y efectivos.

Si quiere saber más sobre los tratamientos realizados en consulta, le invitamos a seguir navegando por nuestra web o seguirnos en redes sociales en @clinicadvarius.

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